Acerca de
Educación Virtual
Partiendo de que la enseñanza y el aprendizaje virtual son una tendencia imparable, como docentes es preciso estar preparados con las competencias necesarias para un desenvolvimiento efectivo en ese contexto. A nivel universitario se ha masificado el uso de los sistemas de gestión de aprendizaje (LMS) integrado como ayuda a la docencia en modalidades: apoyo a la clase presencial, b-learning o e-learning. No basta con conocer la asignatura, ni conocer algunas herramientas. El formato mental con que se debe concebir la forma de enseñar y aprender debe cambiar. La ubicuidad ya no es una metáfora, es una realidad. Muchos docentes aún utilizan como máximo recurso la pizarra y el libro de texto; ahora las pizarras, los libros, enciclopedias y el internet están dentro de las mochilas de los estudiantes. El capacitar docentes para que hagan uso instrumental de herramientas resulta un poco frustrante, pues cuando terminan de capacitarse aparece una nueva versión o un nuevo equipo. Es como quedar atrapado en un ciclo sin salida tratando de mantenerse actualizado en un entorno altamente dinámico.
En la actualidad es necesario que tanto docentes como estudiantes desarrollen y/o potencialicen algunas competencias básicas para sumar a su labor en ambientes con acceso a internet.
Es necesario entonces que consideremos a las TIC como una herramienta que puede enriquecer el proceso de diseño de un curso y que permite mejorar el aprendizaje. Es decir no son el centro de la enseñanza ni de los aprendizajes de la educación virtual, ni semipresencial pero debemos tener en cuenta que las TIC no son neutras, pueden mejorar y potencializar el aprendizaje, pero si no son utilizadas como un medio, sino como fin, pueden distorsionar o dificultar el aprendizaje real que se persigue; por otra parte tampoco favorecen el aprendizaje solo por el hecho de estar incluidas en el diseño. Dependerá mucho del uso que les demos, lo que hará que nos ayuden o enreden en el desarrollo e implementación de actividades de aprendizaje. La labor docente como andamiaje del estudiante sigue siendo fundamental. Al diseñar un curso o espacio de acompañamiento virtual debemos pensar en la ubicuidad, considerar que se brindan contenidos y se diseñan actividades que los cursantes realizarán a su ritmo y en diferentes lugares y horarios, por lo tanto, cada etapa del curso debe tener un objetivo y/o competencia que se quiere que desarrollen los estudiantes. En el diseño de un curso o espacio de acompañamiento virtual, debemos retomar el rol docente como guía, orientador, y crear actividades que desarrollen procesos de pensamiento superior en los estudiantes, considerar que las tareas que realizarán deben ser significativas y que el tipo de actividades estén ideadas para una participación activa, para aprender promoviendo la motivación intrínseca, y el aprendizaje colaborativo.
Características e-learning
Diseño de actividades de aprendizaje
Para iniciar este apartado, recordemos que el aprendizaje es un proceso activo y no pasivo. Las actividades como generadoras de aprendizajes su función específica radica en ayudar a pensar, estimular los procesos de reflexión, desequilibrio y confrontación, ordenar intencionalmente los pasos a seguir, guiar y orientar en la construcción de nuevos conocimientos para lograr aprendizajes significativos. Dewey decía, “las personas solo aprenden pensando solo por ellas mismas, el profesor debe disponer las condiciones que provoquen ese pensamiento”.
El disponer de esas condiciones debe planificarse, alrededor de qué y en qué dirección. Se deberá partir del planteamiento de los objetivos, lo cual es una tarea previa al diseño, son las metas y/o resultados que pretenden alcanzarse (conocimientos, capacidades, actitudes, etc.)